La inteligencia artificial es el presente y el futuro del marketing. Las tasas de adopción, tanto de empresas como de consumidores, han ido en un incremento acelerado. Esto representa múltiples beneficios: incremento en la productividad, la creatividad y en la reducción de costos. Sin embargo, debemos detenernos un momento y pensar en los potenciales riesgos que implica la adopción de la inteligencia artificial para el marketing de las organizaciones. La literatura se refiere a esto como el “lado oscuro” de la inteligencia artificial. A pesar de que la tecnología es segura y su adopción está en crecimiento, debemos considerar varios aspectos:
La privacidad del consumidor
La inteligencia artificial aprende y predice con base en los datos que deja el consumidor. Es importante preguntarnos: ¿es consciente el consumidor de esos datos que comparte con la empresa? ¿tienen las empresas protocolos para tratar esos datos? ¿están atentas a un posible ciberataque? Son cuestiones en las cuales debemos reflexionar.
Alienación del consumidor
A pesar de los avances tecnológicos, muchos consumidores prefieren interactuar con personas en lugar de máquinas. Las experiencias frustrantes con chatbots son comunes, y el miedo a ser reemplazados por la tecnología, conocido como FOBO (Fear Of Becoming Obsolete; en términos usados por la inteligencia artificial), puede generar ansiedad tanto en empleados como en consumidores.
Propiedad intelectual
La creación de contenido mediante IA que generan las marcas, plantea interrogantes sobre la propiedad intelectual: ¿a quién pertenece dado que ha sido creado con otros contenidos? Por eso, todos los outputs deben ser validados por una persona para garantizar su uso. La tecnología seguirá existiendo; es el presente y el futuro. Sin embargo, debemos estar conscientes de los riesgos potenciales que involucra la inteligencia artificial en el marketing.