Preguntamos a nuestros egresados, qué tan optimistas se sentían hacia el futuro a corto y largo plazo, a nivel personal y a nivel empresa.
Los empresarios más jóvenes son los más optimistas y dentro de las funciones de la organización los directores fueron los que presentaron mayores índices de optimismo, a nivel industria, la mayorista es la que presentó mayor nivel de optimismo. El sector que presentó menos optimismo es el de la construcción.
¿Por qué este optimismo? Algunos de los puntos de las empresas que las hacen pensar en tener mayores oportunidades de crecimiento son: el nearshoring, digitalización, el tipo de cambio y acuerdos de comercio internacional.
Podemos observar que tres de los factores están vinculados con el entorno internacional y vemos como México juega en el entorno de globalización.
Se puede observar que el empresario está viendo oportunidades en las dinámicas del entorno internacional .
El optimismo para 2023 es un optimismo basado en un análisis de oportunidades que están identificando, los empresarios observan que el país tiene una gran oportunidad.
Lo resultados muestran lo que piensan los empresarios, que no es solamente un optimismo fundado, hay muchos elementos para pensar que así será.
Otra de las preguntas fue ¿cuál es la principal preocupación en el entorno nacional e internacional?
Los elementos que se mencionaron fueron: inflación, seguridad, incertidumbre, escasez de talento y cadena de suministro.
En este momento México se encuentra con inflación alta, especialmente algunos sectores, como el sector de construcción, que lo percibe con un mayor impacto.
Preguntamos cuáles son los impactos esperados con la guerra comercial Estados Unidos – China, la guerra Rusia – Ucrania y la pandemia de COVID.
El sector empresarial empieza notar el COVID como un factor sin mayor impacto, podemos ver cómo la guerra Rusia-Ucrania lo que refleja es inflación y la guerra Estados Unidos – China provoca un reacomodo comercial que le beneficia en México.