La discusión en el aula empieza cuando reflexionamos, ¿cómo director puedo utilizar la inteligencia artificial como mentor? En un inicio a la mayoría le da miedo, pero conforme se va desarrollando la discusión, van surgiendo diferentes opiniones. Entre las cosas que causan conflicto está presente la parte emocional, muchos coinciden en que, por lo general, esperamos que el mentor sea una persona que nos pueda leer, entender, compartir y orientar.
Por otro lado, empezamos a escuchar opiniones que ven las ventajas de utilizar la inteligencia artificial como mentor: lo puede hacer automáticamente, es más rápido, no cuesta. Si las utilizas bien, funciona correctamente. Entonces podemos ver que la inteligencia artificial puede ir abriendo otros caminos, no solo a tareas operativas, sino también a un acompañamiento de mentoría no humana.
Esto realmente nos hace cuestionarnos sobre el término “mentoría virtual”, o tal vez solo sea una herramienta que nos puede complementar. Observamos que tiene beneficios, pero también muchos riesgos. La decisión está siempre con los directores.