CompuSoluciones se fundó en 1985, junto con mi hermano José Medina Mora, quien hoy es el presidente de la compañía. Invitamos a sus amigos a unirse a este proceso de emprendimiento en el área de tecnología. Fundamos la compañía de desarrollo de software. Durante tres años consecutivos quebramos, después de eso encontramos un modelo de negocio que nos permitió tener una condición de permanencia y crecimiento. Entonces, buscamos inversionistas ángeles y, a partir de ese tercer año, fuimos rentables y experimentamos un crecimiento muy interesante.
Entramos en el mercado de la Ciudad de México y Guadalajara. Me invitaron a trabajar en CompuSoluciones y me pidieron que me uniera al equipo para desarrollar el mercado. Durante 35 años, trabajé en soluciones y fui el único colaborador en la Ciudad de México. Me encargaba de recibir los equipos, entregarlos, cobrarlos, aplicar garantías y apoyar a todos los colaboradores en su proceso de creación y desarrollo.
Estos 35 años fueron maravillosos en mi vida, en un proceso de modelo de negocio. Siempre he sido un ingeniero apasionado por la tecnología y la innovación. Tuve la oportunidad de asistir a una conferencia en la Ciudad de México con el evangelista de Singularity University, Salim Ismael. Para mi fortuna, la conferencia y la interacción fueron muy interesantes, y la empresa tuvo un buen desempeño en innovación tecnológica. La innovación no debe de estar en el centro de la compañía, porque de esa manera el torbellino de la operación se la come, debe estar en la periferia.
En los últimos años, hemos creado nuevas oportunidades y soluciones, estudiando bien la teoría de Salim Ismail, Entrepreneurship, que la innovación sea independiente.
CompuSoluciones fue creando nuevas oportunidades a través de una unidad de negocio de innovación que se llama Compusoluciones Ventures que tiene los siguientes pilares fundamentales:
1. El fondo Corporativo de Inversión(o sus siglas en inglés “CVC”) el cual busca invertir en emprendedores comprometidos con la creación de soluciones innovadoras y que cuenten con startups relacionadas con el modelo de negocio de CompuSoluciones que es la inversión en tecnología. Hemos invertido en startup de reciente creación basada en tecnología y crecimiento del modelo de inversión, estudiando unas 20 o 30 oportunidades al año y decidiendo en dos o tres.
2. Laboratorio de emprender, que surge de la claridad de que muchos colaboradores en soluciones tienen ideas de cómo podemos hacer negocio. Estas ideas están ahí, pero si no tenemos un proceso, se mueren porque nadie las avanza. Aquí es donde aplicamos el método científico a esas ideas. Si un colaborador tiene una idea, el laboratorio de emprendimiento utiliza un método desarrollado por nosotros para probar una tesis. Hacemos pruebas para ver si puede crecer y escalar como un buen negocio. Si detectamos que puede ser un buen negocio, invertimos para crear lo que se conoce como producto mínimo viable. Una vez que tenemos el producto, lo llevamos al mercado y desarrollamos a escala. Así, en enero de este año, liberamos una nueva empresa llamada Cobro, que tiene una plataforma de gestión de cobranza. La desarrollamos internamente, funcionó, se empezó a vender, creció y decidimos que era mejor que tuviera su propia empresa independiente.
3. Rablo es una idea de un colaborador de CompuSoluciones que nos permite digitalizar tu sistema de gestión de calidad y gestionar todo lo relacionado con los procesos de autorización que ocurren en las compañías y que no están en el ERP. Tenemos más de 200 procesos de autorización que no están en el ERP. Hace varios años decidimos automatizar nuestro desarrollo de código a la medida para que tome información del proceso y permita estar consolidado. Rablo lo hace mucho más rápido