Momentos de vida
Hijo de Antonio Llano, un inmigrante español oriundo de Ribadesella, Asturias; y de Estela Cifuentes, nacida en Cuba, hija de un inmigrante español de nombre Ramón Cifuentes, emprendedor y director general de la famosa fábrica de puros Partagas. Carlos tuvo cinco hermanos y tres hermanas.
Educación y primeros estudios
Cuando tenía diez años, sus padres decidieron mudarse con la familia a España, donde Carlos terminó la primaria y cursó el bachillerato. A los 15 años, Carlos enfermó de tuberculosis y, para aprovechar el tiempo, característica que siempre lo definió, empezó a leer libros de filosofía.
Carlos Llano Cifuentes inició estudios de ciencias económicas en la Universidad Central de Madrid pero luego se fue a vivir a Roma para estudiar filosofía, donde obtuvo el doctorado en la Pontificia Universidad de Santo Tomás de Aquino.
Regreso a México y estudios adicionales
Cuando regresó a México, obtuvo un doctorado en filosofía por la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), donde fue discípulo del gran filósofo español José Gaos, quien había sido rector de la Universidad de Madrid.
Reconocimientos
A lo largo de su vida, Carlos Llano fue acreedor a diversas distinciones, entre las que destacan:
- La medalla al mérito empresarial (1994), por la Cámara Nacional de Comercio de la Ciudad de México, otorgada a los personajes más destacados de la vida empresarial mexicana.
- En 1999, recibió el premio Eugenio Garza Sada, instituido por FEMSA, en memoria de este gran emprendedor, fundador del Instituto Tecnológico y de Estudios Superiores de Monterrey.
- El Premio Nacional a la Excelencia Jaime Torres Bodet le fue otorgado en 2001.
- En 2004 se le nombró miembro del Salón del Empresario Mexicano.
El emprendedor y negocios
Carlos Llano tenía muy claro el objetivo de establecer una buena escuela de negocios, sabía que era ciertamente un objetivo magnánimo y audaz, que requeriría desarrollar capacidades y recursos con los que no contaba, pero, como buen emprendedor, no se intimidó y emprendió conjuntando voluntades, obteniendo apoyos, convenciendo y avanzando, aprendiendo y formando hasta que el proyecto cristalizó.
A pesar de sus logros, Carlos nunca presumió de ellos. Emprendió labores enormes, aparentemente imposibles, con gran audacia y alegría. Tenía urgencia de servir y trabajar, y escribía al menos un libro por año.
En 1959 fundó la revista ISTMO que difunde el pensamiento humanístico, social y económico.
En 1967 formó parte del equipo fundador del Instituto Panamericano de Alta Dirección de Empresa (IPADE) y fue profesor del área de Factor Humano desde esa fecha.
En 1967 participó en la fundación de la Universidad Panamericana (UP). Figuró como miembro fundador, Rector y Presidente de su Consejo Superior (1967-1994).
En 1968 fundó ICAMI, centro de formación y perfeccionamiento gerencial.
Fue miembro del Consejo de Grupo Posadas de México
Presidente de la Fundación Montepío Luz Saviñón
Carlos Llano era el paradigma de un buen emprendedor, siempre queriendo mejorar, y viendo los problemas como obstáculos elegidos precisamente por quien se propone alcanzar objetivos grandes.
Su fe y vida lograda
Carlos Llano también fue un católico fiel, que se honraba de su fe y sometía su vida a ella. Llano fue miembro del Opus Dei durante más de cincuenta años, y encarnaba su esencia de: “Santificar el trabajo, santificarse en el trabajo y santificar a los demás con el trabajo”.
A sus 78 años, era una persona muy activa con una vida lograda. Carlos aprendió cuando tuvo que aprender y emprendió cuando tuvo que hacerlo.
Su obra abarca más de 20 libros publicados abordando temas como: management o acción directiva, el director y el empresario, relaciones interpersonales, liderazgo, entre otros.
Carlos Llano falleció el 5 de mayo de 2010 en Miami, Estados Unidos.