Lo que podemos aprender de las personas mayores:
Lo primero es hablar de las personas. El edadismo, para mí el más peligroso, es el autoinfligido. Que es el que hacemos nosotros, por ejemplo, ya no voy aprender de tecnología porque ya tengo 70 años, ese tipo de cuestiones deben tratar de eliminarse. Es necesario seguir aprendiendo, actualizarse y encontrar intereses y cuestiones que te gusten. Sin duda esto va estar cambiando y el mundo es de las personas, no solo deben estar actualizadas, sino que sepan utilizar las herramientas y que cuenten con las habilidades blandas, cosa que las personas mayores ya tienen.
La segunda, para familia: a veces como familiares queremos ayudar y no dejamos que las personas mayores actúen por sí mismos, por ejemplo: no te pares, yo lo hago; no hay que dejar que el abuelito haga eso. Es importante respetar sus decisiones.
Hay que tratar de invitarlos, hay que tratar de incluir o platicar estacionalidad como sociedad. Creo que también es importante que nosotros empezamos a concienciarnos e identificar dónde podemos ayudar. Estamos hablando de leyes, iniciativas en las que tenemos que participar y levantar la voz también por las personas mayores, porque tal vez tú no eres la persona mayor, pero tú vas a llegar ahí muy pronto. Nosotros vamos a estar en esa curva muy pronto, por otro lado, es importante como sociedad, solicitar, incentivar, exigir ciudades amigables con la edad y también con todo lo que esto representa: comunicación, deben incluir la personas mayores, y dejar de infantilizar actividades para ellos, es necesario preguntarnos si eso es algo que tu quisieras hacer.
Hay muchas cosas que las empresas pueden hacer, mecanismos, actividades y procedimientos que estás haciendo en reclutamiento, procesos, identificar si no existe edadismo en estos pasos, es necesario hablar de esquemas y espacios flexibles de trabajo, hay muchas formas como puedes incluir al talento senior que te ayuden y resuelvan ese problema porque lo conocen.
Involucrar al talento senior no solo como individuo, sino como sociedad. Es un ganar ganar para todos como mexicanos, como empresarios, como familia. Porque la intergeneracional ya la vivimos. Hoy hay de tres a cinco generaciones conviviendo juntos.