Vivir su propósito
Para la fundadora de este proyecto, cada día ha sido una oportunidad para conectar con su propósito. A medida que avanzaba, se dio cuenta de que estaba inmersa en un proceso continuo de crecimiento personal y profesional, reconociendo habilidades que había desarrollado desde su infancia, como el interés por peinar muñecas y, más adelante, por ayudar a sus amigas a mejorar su imagen.
A lo largo de su vida, experimentó una inquietud constante por encontrar un propósito más profundo que el simple hecho de establecer un negocio. En los primeros años de su empresa, se concentró tanto en alcanzar su sueño que no prestó atención a su entorno, lo que le permitió mantener una visión clara de sus objetivos.
Inicios del negocio
Durante los primeros años de la empresa, evitó distraerse con lo que ocurría a su alrededor, ya que tenía muy claro lo que quería lograr. Con el tiempo, descubrió que, aunque poseía habilidades administrativas, lo que realmente la motivaba era vivir el propósito para el cual sentía que estaba destinada. Comprendió que debía aplicar sus capacidades en gestión para hacer realidad su visión. A medida que el equipo crecía, el enfoque se volvió más complejo. Para ella, fue clave tener un sueño más allá de simplemente poner en marcha un negocio; quería que su emprendimiento trascendiera y perdurara a lo largo de las generaciones. Implementó los procesos y medidas necesarios para asegurarse de que la empresa fuera mucho más que una ilusión pasajera.
Superar el miedo y crecer
Al principio, experimentó un profundo miedo, ya que lo que hacía le parecía tan sencillo que pensaba que cualquiera podría hacerlo. Sin embargo, con el tiempo y la aceptación de la clientela, se aventuró a resolver los problemas que surgían en el camino. Afortunadamente, las cosas comenzaron a salir bien. Tenía claro que quería hacer algo grande y sabía que contaba con el talento necesario para lograrlo. Nunca se sintió como la única opción en el mercado; su decisión estuvo guiada por un propósito y un sueño, y eso fue lo que la motivó a seguir adelante. Hoy en día, su empresa cuenta con un equipo administrativo y estratégico que dirige cada área del negocio. Comenzó con una sola persona, y ahora su equipo ha crecido a alrededor de 80 personas. Cada área está dirigida por expertos en su campo, quienes le reportan directamente. Aunque ha delegado gran parte de las operaciones, no ha querido desvincularse por completo, y con el tiempo ha trabajado para hacer que el negocio sea cada vez más eficiente. A pesar de los desafíos, sigue siendo un reto orientar a su equipo para que también piense en el aspecto empresarial y ayude a transformar la compañía.
A pesar de los miedos iniciales, la aceptación de la clientela y su capacidad para adaptarse a los obstáculos en el camino le permitieron avanzar. Con el tiempo, aprendió a enfrentar los desafíos con confianza, lo que resultó en el éxito de su proyecto.