Propiedad intelectual y tecnología
Sorridents ha invertido en el desarrollo de propiedad intelectual propia, lo que le otorga una ventaja en la gestión de su operación. Entre sus herramientas tecnológicas, destacan un sistema de agendamiento de citas, un ERP único y un CRM, todos diseñados internamente. Como sucede con las operaciones de retail, la ubicación de las clínicas juega un papel crucial en el éxito de la empresa. Además, la maximización de recursos y la creación de propiedad intelectual propia han sido elementos clave en su crecimiento.
Punto de inflexión y orientación al cliente
El modelo de negocio de Sorridents se forjó a partir de experiencias personales y un fuerte enfoque en la orientación al cliente. La doctora Carla, fundadora de Sorridents, comenzó su carrera en una clínica dental ubicada en un barrio popular, donde la mala calidad del material y los servicios le dejaron una impresión negativa. Posteriormente, trabajó en un consultorio dirigido a clientes de segmentos A-B en una avenida de prestigio, pero descubrió que en ese entorno, lo menos importante era el bienestar del cliente, a pesar de los altos precios. Su tercer paso fue encontrar una clínica dental aparentemente desocupada en un barrio popular, donde comenzó a operar su práctica. En este punto, su enfoque en el cliente se consolidó. Decidió adaptar los horarios de atención a las necesidades de la gente y, además, se aseguraba de dar seguimiento a cada paciente, llamándolos personalmente por la noche para saber cómo les había ido. Este enfoque le permitió cumplir su visión: ofrecer tratamientos dentales de calidad mundial a un público amplio.
Factor suerte y adaptabilidad
El caso de Sorridents, al igual que otras experiencias empresariales, refleja cómo la disrupción en una industria establecida puede generar enormes oportunidades. El modelo de Sorridents representó una innovación en la odontología, lo que implicó un alto riesgo de ejecución. Crear algo nuevo siempre conlleva incertidumbre, mientras que replicar modelos existentes es mucho más claro y menos riesgoso. Sin embargo, el éxito de la doctora Carla no solo se debió a la originalidad de su modelo, sino también a su capacidad para adaptarse a las circunstancias cambiantes. A medida que enfrentaba desafíos financieros típicos de una startup, logró encontrar soluciones para seguir adelante. En momentos de crisis, su responsabilidad personal y su compromiso con el negocio fueron esenciales para sobrevivir. Además, contó con el apoyo de contactos clave que le permitieron superar las dificultades. Aunque la suerte jugó un papel importante, la capacidad para aprovechar las oportunidades y adaptarse a la situación fue lo que permitió a Sorridents prosperar