El caso nos muestra la vida de Melina Sepúlveda, directora de Walker Capital, y nos platica como ella ha ido creciendo y desarrollándose como directora y como empresaria, utilizando la mentoría como herramienta de crecimiento y desarrollo. El caso nos describe y nos plantea cómo Melina va utilizando distintos mentores a lo largo de su carrera, cómo esos mentores le han ayudado, le han afectado, hasta que finalmente, debido a una serie de obstáculos a los que ella se enfrenta y gracias a los avances que existen el día de hoy en la tecnología, puede voltear a la inteligencia artificial para cubrir ese rol de mentor. Es un caso en donde nos metemos mucha discutir de entrada, el dilema de “¿puedo utilizar la inteligencia artificial como mentor?”
La discusión comienza entendiendo el proceso que ha seguido Melina con los diferentes mentores, pero también metiéndonos la teoría de lo que implica o de lo que es la mentoría humana, inclusive poco a poco se fue afinando esa definición, porque parece ser que dentro de la literatura cuando hablamos de mentor; hablamos de entrada de una relación persona a persona, un compartir experiencias, compartir conocimientos, de inspirar al otro a hacer exactamente como el mentor y en los mejor de los casos, también implica una relación de patrocinio. Alguien que pueda estar conmigo al lado, que pueda ir apoyando en ese crecimiento y desarrollo.
En esta discusión se suelen surgir algunas desventajas u obstáculos que son los detonantes para que Melina voltee a ver a la inteligencia artificial como un mentor viable.