El metaverso es una tecnología emergente que combina la realidad aumentada con la
realidad virtual y hace uso de otras tecnologías como la IA. Una de sus condiciones es
que tenga una dualidad con el mundo físico, es decir, entidades físicas y virtuales. Esto
nos genera dos tipos de identificación: la computación espacial y la realidad netamente
virtual que genera experiencias inmersivas.
Desde el 2003 podemos tener ejemplos del metaverso como Second Life, Pokemon Go o
Fornite. Sin embargo, todavía hay una brecha tecnológica. El acceso a dispositivos con
realidad aumentada o el ancho de banda son problemáticos sobre todo en Latinoamérica
porque el costo es más alto. Pero tenemos que observar de cerca esta tecnología porque
viene como tendencia los próximos dos o tres años.
El talento es uno de los retos, ya que no muchas personas conocen esta tecnología. Al ser
una tecnología emergente, empieza a generar atracción, lo cual comienza a propiciar una
escasez de recursos. A pesar de que muchas empresas están apostando en tecnologías
de vanguardia, no muchas están apostando en el metaverso. Aunque no está sesgado a
un giro en particular, el metaverso es potencial para todo tipo de industrias.
Hay que comenzar a familiarizarse con el metaverso: formar parte de grupos de discusión,
conseguir una consultora adecuada y experimentar para encontrar errores; no hay un
camino único estándar. También hay que valorar los riesgos para no quedar fuera de la
tendencia, por lo que debemos tener muy claro el objetivo de negocio. Hay que tomar en
cuenta la notoriedad, la atracción de nuevos clientes y la economía digital
(criptomonedas). También están las actividades corporativas como la atracción de talento
y la educación inmersiva.
Las redes de comunicación cambian con el tiempo, lo que va a influir también en el
desarrollo de esta tecnología. Como empresas tenemos que calificar la inversión; este
riesgo conlleva la misma dificultad para obtener los fondos adecuados que cualquier otro.
Eventualmente el metaverso va a evolucionar hacia el mundo físico que hoy conocemos,
un ecosistema parecido al mundo físico, por lo cual, invertir en una etapa temprana puede
generar un retorno de inversión, pero es importante que tengamos un modelo para
calificar los riesgos.
Juan Carlos Montero Vilchis
Head of Digital Technology en NTT Data