Planificación y cultura organizacional
Durante todo el año pasado, se planificó el control de las organizaciones, y ahora se está iniciando su implementación. La decisión principal fue defender en gran medida la cultura de los directores y sus preferencias, pero, sobre todo, comprender los comportamientos que se esperan de las personas para alcanzar los objetivos planteados.
Análisis de sistemas y herramientas
Con base en estos comportamientos, se puede retroceder y analizar qué sistemas y herramientas están disponibles para guiar a las personas hacia el comportamiento que permita alcanzar los objetivos deseados. Aunque este proceso puede parecer sencillo a simple vista, un análisis profundo requiere un enfoque detallado, paso a paso.
Observación y fomento del comportamiento
Es crucial observar cómo se comportan las personas y determinar si los resultados esperados exigen que realicen ciertas acciones. Por lo tanto, es necesario fomentar estos comportamientos de manera adecuada. Existen diversas alternativas, y se debe ir tomando decisiones gradualmente sobre cuál es la más conveniente para cada situación.
Aprendizaje y ajuste continuo
Una forma de abordar este proceso es aprendiendo constantemente y ajustando las estrategias según los comportamientos que se generen. Si algo no está funcionando como se esperaba, es necesario modificarlo. No existe una única solución, pero es importante ser lo suficientemente ágiles para aprender de los errores y utilizar las herramientas de control de manera dinámica.
Adaptación a circunstancias cambiantes
Cuando las estrategias no generan el comportamiento esperado, se deben buscar alternativas. Muchas veces no hay una receta única, ya que cada persona puede comportarse de manera distinta. Además, existen factores externos, como circunstancias imprevistas, que pueden influir en los comportamientos de manera que no se había anticipado.
Ajuste de herramientas de control
En la actualidad, la incertidumbre derivada de los cambios de gobierno y la situación internacional está afectando los objetivos organizacionales. Esto exige un ajuste constante de las herramientas de control. Aunque siempre se habla de los beneficios de la estrategia, es fundamental comprender que para alcanzar esos objetivos, es necesario ejecutar la estrategia utilizando las herramientas de control de forma adecuada y comunicar claramente estos procesos. Además, el liderazgo debe estar orientado a guiar a las personas hacia los resultados deseados.