Las redes de valor tienen que ver con la manera en la que nos relacionamos con las personas. Normalmente cuando hablamos de networking, las personas llegan con un objetivo muy claro, que el 99% es para venta, a veces, en el mejor de los casos es contratar talento. Lo que proponemos es una metodología que en lugar de formar relaciones transaccionales de: quiero, quieres, necesito, necesitas. Conocernos más, profundizar en la relación para algo que pueda durar en el tiempo y que esté constantemente agregando valor a todos los actores. ¿Cómo funciona esto? tenemos tres conceptos básicos del libro de Adam Branch donde habla que hay tres tipos de personas:
Los takers son las personas que están empezando y cuestionándose ¿yo qué me gano? ¿Yo que saco?
Los match son los que opinan “te doy pero espero que luego tú me dejes” y llevan la cuenta.
Los giver son las personas que agregan valor de manera desinteresada, porque sabemos que eso agrega valor en general y eventualmente se capitaliza.
De manera natural se forman lazos fuertes y cercanos por la constancia, pero existe también la teoría de los lazos débiles donde son personas que no vemos todo el tiempo, que a lo mejor nos vemos cada seis meses, cada año, etc. Eso es algo súper valioso para salirnos de nuestra burbuja, también para la innovación porque es exponerse nuevas ideas, nuevas formas de hacer las cosas.