Un elemento para lograr la inteligencia intuitiva es poder llegar a “pensar sin pensar”. Esta frase parece redundante y complicada, pero se refiere a poder llevar a cabo ese proceso en donde las experiencias, conocimientos y expertise que tienes en tu área se asienten en tu mente y que entonces simplemente emerjan cuando tengan que emerger. Dejar que la mente haga su trabajo, dejar que la mente piense y descanse, y entonces así permitir que surja esta intuición.
Lo que se sugiere es tener espacios de hobbies, de actividades que no tienen que ver con nuestro expertise, con nuestro trabajo o con nuestra profesión, porque justo en esos momentos en donde permitimos descansar a nuestro cerebro y podemos pensar en otra cosa, se permite que inclusive hagamos distintas conexiones que después consigan que la intuición brote. Entonces, otra de las grandes recomendaciones es dar un paso atrás, tomar un descanso, no hay que estar pensando todo el tiempo.
Hay que dejar de pensar, voltear hacia otro lado y divertirnos haciendo lo que nos gusta. Hay que silenciar un poco esa mente analítica, dejar que todo se una de una manera más holística para que surja esa intuición. Este proceso se debe ir desarrollando y midiendo; si se empieza a practicar, de esa manera la intuición se volverá más acertada y se logrará esa inteligencia intuitiva.