La depresión afecta la vida laboral ya que puede ser incapacitante y puede provocar otras
enfermedades; también resta energía y a veces puede causar insomnio, lo que puede ser
un problema para la jornada laboral. Es entonces que baja la productividad y provoca
ausentismo. También puede ser causa de accidentes por que genera distracciones.
Con la NOM-035, que es la de riesgos psicosociales, a todas las empresas se les pide
rendir cuentas en este sentido, poniendo atención a las necesidades de sus trabajadores.
Es entonces que comienzan a salir a la luz muchas cosas que pasaban desapercibidas.
Ahora sabemos que debemos tener diagnósticos de depresión dentro de nuestras
empresas.
Sin embargo, las empresas tienen que seguir trabajando mucho en la sensibilización
sobre la salud mental porque tener un trabajador que está mentalmente estable es tener
una persona mucho más productiva, que va a generar y aportar más, y que además va a
estar feliz.
La economía es una de las cosas que más se han visto afectadas por la depresión. Se
pierden cerca de un billón de dólares al año por la discapacidad que genera esta
enfermedad a nivel mundial. La depresión se puede volver un gran problema. Si los
empleados están contentos van a tener más motivación.
Antes de la pandemia se pensaba que para el 2030 la depresión iba a ser considerada la
principal causa de discapacidad dentro de las empresas, pero al parecer esto se está
adelantando. Lo que tenemos que hacer es actuar, trabajarlo y poder ayudar desde
nuestra trinchera y de forma colaborativa.
La depresión no discrimina. Puedes ser un gran líder o empresario y tener depresión, por
esta razón es importante tener mucho autocuidado y conciencia. Un líder debe estar bien
para sí mismo, pero también para los demás. Todos podemos caer en depresión y es
importante que lo atendamos a través de un profesional de la salud mental.
Isabel Gutiérrez Peláez
Directora de la Escuela de Psicología en la Universidad Panamericana Ciudad de México