La estrategia que no es innovadora no es estrategia. La innovación es el rol más
importante de la empresa y la empresa debe de tomar en cuenta principalmente tres
cosas: plantearse dónde está, a dónde quiere ir y cómo va a llegar. Dónde estamos no es
complicado de medir, simplemente hay que trabajar en ello; cómo llegar implica lo mismo.
Pero saber a dónde queremos llegar es más complicado.
El 95% de los directores nunca consigue decir a dónde quiere llegar. Casi nadie se
replantea o reinventa porque no sabemos cómo hacerlo. No importa si la economía está
bien o está mal; la estrategia tiene que hacerse todo el tiempo. La idea es monitorear la
macroeconomía, la microeconomía, las regulaciones y la tecnología.
Hay una diferencia importante entre la dirección y el destino. El destino generalmente no
cambia, pero la dirección está en función de una serie de elementos y variables. El
cambio de dirección es lo que hace la diferencia en la estrategia. Cuando tú eres un
orquestador lo que tienes no es una empresa egocéntrica, sino una plataforma
alocéntrica. Los valores ya no solo residen en nosotros sino en los otros.
Actualmente la tendencia son las empresas que no requieren activos, sino que tienen
ideas, y lo demás se tiene que orquestar. En la orquestación lo importante es que no
somos dueños, sino directores de orquesta. Debes orquestar también tus debilidades y
eso nos da una opción mucho más novedosa de empresas. La definición de jugar no es
ganar, sino que el otro juegue tu juego.
La innovación es destrucción creativa, la disposición y capacidad de cambiar las cosas.
Debemos ser capaces de cambiar cuando todo está bien.
Alejandro Ruelas-Gossi
Profesor de la Universidad de Navarra