El concepto de responsabilidad en un inicio era disruptivo, pero después se convirtió en un concepto de moda, aunque de cierta manera necesario. El libro Modelo de responsabilidad compartida está basado en la Fundación del Empresariado Chihuahuense, el cual tiene un modelo de cooperación intersectorial con un efecto multiplicador.
La responsabilidad social hay que pensarla en distintos niveles. En cierto nivel está la responsabilidad que significa caridad, es decir, ayudar a alguien sin esperar absolutamente nada como intercambio, y hacer algo por alguien sin necesariamente construir hacia el futuro. La caridad se puede llevar a cabo cuando ocurre un desastre natural, por ejemplo. Aporta, pero no es del todo estratégica; es parte de la responsabilidad social que tiene una persona.
Otras veces se puede hacer filantropía, lo que supone una ayuda social más organizada. Se puede tratar de resolver algún problema social por medio de una asociación a largo o mediano plazo, pero la filantropía no necesariamente se distingue por ser estratégica.
Otro concepto es el de responsabilidad social estratégica, que plantea un proceso de ayuda para construir y maximizar valor social en el mediano y largo plazo, es decir, se tiene un propósito sobre el cual se va a construir.
Sin embargo hay otro concepto que va todavía más allá de esa responsabilidad social estratégica y es la responsabilidad social compartida. Ésta supone un modelo de concertación en el cual hay un ecosistema en el que distintos actores logran capitalizar su experiencia y sus fortalezas para maximizar el valor social. Un caso sonado es en el que, tras una tromba en Chihuahua, varios empresarios solicitaron al gobierno que les cobrara más impuestos con el fin de apoyar a las comunidades.
El sector empresarial genera riqueza, pero no necesariamente cuenta con la infraestructura para recabar fondos. Por otro lado, el gobierno tiene una Secretaría de Finanzas que tiene una estructura recaudatoria a la cual todos los empresarios le pagan impuestos. Lo que hicieron fue, de alguna manera, un modelo de cooperación en el cual el empresariado propuso una nueva sobre tasa y el gobierno puso la caja recaudatoria, pero luego ese dinero se mandó a un fideicomiso que es gobernado por un comité técnico,
mayoritariamente de empresarios, que deciden a dónde va el dinero.
Como el fideicomiso no tiene estructura operativa, los empresarios de Chihuaua formaron una fundación, que es una organización de la sociedad civil. A su vez, se ayudaron de otras fundaciones, llamadas de primer piso o ejecutoras, para entender cómo le pueden ayudar a la población más vulnerable. Este es un ejemplo de responsabilidad social compartida, en donde tienes al empresario haciendo lo que sabe hacer, al gobierno capitalizando la estructura, a la sociedad civil organizada que entiende las necesidades de la población, y un efecto multiplicador.