De acuerdo con la organización internacional del trabajo, en México tenemos cerca de 32,000 millones de jóvenes y adolescentes entre 15 y 29 años, este sector de la juventud fue uno de los grupos más afectados por la reciente pandemia y la crisis sanitaria que vivimos a agosto de 2021 en México, quedan cerca de 1 millón de jóvenes entre 20 y 29 años que no han podido volver a trabajar. Es el grupo poblacional con mayor número de desempleados en el país, no es sólo un tema de la acceso al mercado laboral, sino también la calidad de los trabajos y los aspectos formativos que tiene esta capacidad inclusión laboral.
Que pueden promover las empresas desde sus distintas plataformas, es decir más allá del impacto macroeconómico que puede tener esta problemática en corto, mediano y largo plazo, si pensamos en sistemas de pensiones y sistemas de productividad en el país también es interesante pensar en el acercamiento de un lente a la escasez de talento de la formación de estos jóvenes que representan el futuro para México. En este sentido ya que tenemos este reto tan material frente a nosotros proponer algunas ideas o algunos esbozos de cómo las empresas pudieran convertir o potencializar esa capacidad que tienen para formar y capacitar a los jóvenes de una forma muy estratégica y que por supuesto beneficien a diversos actores en el mapa social.
La digitalización ha provocado revoluciones muy positivas para esta crisis, un ejemplo de esto es que se ha llegado a una educación financiera virtual que antes no existía. También sabemos que hay esquemas de inteligencia artificial que pueden ser aliados de una capacitación muy humana y que vaya muy alineada a las necesidades de la juventud como a las necesidades de la empresa.
Que pueden hacer las empresas en términos de vocación y capacitación, formar para la adaptabilidad, buscar que haya mejores mecanismos para la enseñanza y por supuesto una enseñanza alineada con la necesidad del talento de las empresas, que hayan mejores herramientas; hoy la juventud pide aprendizajes mucho más dinámicos, sabemos hoy las empresas lo están haciendo bien, muestran indicadores de impacto y talento con jóvenes más favorecedores, por otro lado incluir dentro de sus planes de entrenamiento, capacitación dual: a qué nos referimos con capacitación dual, a que haya una enseñanza teórica y una enseñanza práctica en los aspectos formativos.
La juventud de hoy nos pide modificar y adecuar nuestros mecanismos de capacitación. Tener mecanismos mucho más alineados a los nuevos dinamismos y esas nuevas formas de aprendizaje.
Otro mecanismo que sabemos que funciona bien cuando hablamos de incorporación social de la juventud tiene que ver con el trabajo en alianzas es decir, forma a las empresas crear estructuras que permitan potencializar las necesidades de distintos actores para el aspecto formativo, tanto del mismo sector empresarial como del sector social y el sector público.
Un consejo más que podemos dar para enfrentar el reto de la incorporación laboral de la juventud es comunicar, las empresas tenemos la responsabilidad de decir que funciona y cómo funciona de esta manera se crean políticas a nivel de industria, a nivel de sectores que pueden replicar y puede tener su crecimiento potencial en términos de nuestro conocimiento práctico de cómo enfrentar estos retos tan importantes para el 2023.