La economía se ve bastante objetiva.
Sector exportador creciendo 8.9%. En términos reales año con año.
Los primeros cuatro años de un país que era de los principales exportadores del mundo. Este último año, el dato marginal se ha vendido y se ha debilitado, pasa en Estados Unidos y parcialmente también por el equilibrio que tenemos nuestra política monetaria.
Existe una historia que es importante resaltar: entre marzo y junio del 2020, Estados Unidos estaba reabriendo su economía porque estaba en la parte baja de la curva de la pandemia. México estaba apenas creciendo, traíamos un rezago de aproximadamente tres meses respecto a Estados Unidos. La pregunta en el mundo era si México iba a poder o no sincronizar su apertura con Estados Unidos. Lo hizo y esto aportó mucho al terminó la relocalización. El nearshoring nace de esa resiliencia que acredita México y que pone sobre la mesa la ventaja de estar cerca de Estados Unidos.
El consumo fue bastante bueno, fue muy resiliente y trae un nivel de crecimiento del doble de lo que tenía los primeros cuatro años de administración.
Tenemos una economía con un buen motor externo con los retos y con un buen motor interno, sobre la base de un mercado laboral cada vez más amplio y cada vez más formal. En términos generales, ese crecimiento de masa salarial que se sigue observando de manera muy importante, anima al crecimiento del sector y por primera vez en los últimos años, podemos ver un crecimiento super dinámico de las inversiones, estas tuvieron un crecimiento negativo los primeros cuatro años, pero ahora tienen un crecimiento positivo.
Tenemos una economía en donde si bien, se desacelera la exportación, sigue siendo muy dinámica, una economía con un consumo interno muy robusto y con mayor dinamismo, la economía en medio de un proceso de inversión importante.