El trabajo decente es la suma de las aspiraciones de las personas por oportunidades e ingresos; derechos, voz y reconocimiento. estabilidad familiar y desarrollo personal, justicia e igualdad de género. Este concepto ha sido adoptado por la Organización Internacional del Trabajo (OIT). El trabajo decente conforma uno de los objetivos de desarrollo sostenible. Las tendencias de largo plazo de algunos de los elementos que conforman el trabajo decente con esta perspectiva de género son: El trabajo decente está comprendido por 10 elementos. En esta investigación los datos fueron construidos en base a la encuesta nacional de ocupación y empleo del Inegi del primer trimestre del 2022. Uno de los indicadores más importantes es la participación de las mujeres en puestos de alta y media dirección o toma de decisiones en cualquier sector público o privado. Éste indicador ha tenido una tendencia creciente, observa una tendencia persistente a la alza de la inclusión de las mujeres en puestos directivos. Otro indicador relevante, por la importancia que tiene hacia el futuro es la participación de los jóvenes en el ámbito de los estudios y la capacitación en el trabajo. La NEET tiene como porcentaje de la juventud (15 – 24 años de edad). En este sentido las mujeres que se encuentran en el rango de esta edad, suelen estar sin trabajar, estudiar o sin capacitación con mayor frecuencia que los hombres. La diferencia entre géneros de este indicador podría explicar, en parte, la baja presencia femenina en el mercado laboral. La mayoría de los indicadores muestran que estamos regresando a las cifras pre-pandemia. Esto es algo positivo porque implica que estamos recuperando avances que se habían visto afectados por la contingencia sanitaria. La participación de las mujeres en la alta y media dirección se mantiene a la alza, para el año 2022 registra un máximo histórico del 38.6%.
Alejandro Martínez Araiza
Secretario General del SNAC y Director de la Sección XI de la Federación de Trabajadores de la CDMX en la CTM