Aunque está reduciéndose la incertidumbre que se generó a partir del 2020, hay ciertos
cambios que se van a realizar en 2023 y para los que tenemos que prepararnos.
En la parte del contexto doméstico, México va a entrar en un periodo muy importante
porque son los últimos años de la actual administración, en los cuales los riesgos y los
retos se elevan. Esta es la última oportunidad para hacer prevalecer el proyecto actual en
el cual hubo cambios en la política económica, más centrada en promover el consumo
interno y la inversión pública, pero en la cual tampoco se ha logrado capitalizar el
crecimiento. Hay cierta desilusión de algunos sectores y eso genera ciertos riesgos.
Por otro lado, tenemos una inflación elevada que va a permanecer así pese a que se
están controlando las tasas de inflación. También existe el riesgo de que se empiecen a
tomar decisiones desde el punto de vista central federal, que tengan algún tipo de
fundamento ideológico que no necesariamente vaya a generar un impacto de corto plazo
en beneficio de la economía.
Hay grandes oportunidades de negocio a partir de que seguimos teniendo una gran
relación con los EUA y su economía sigue teniendo gran ímpetu. Pero por otro lado hay
riesgos en el panorama electoral ya que se abre formalmente la contienda nacional.
Por parte del contexto internacional es muy importante considerar que la nube de humo
que provocó el Covid se comienza a disipar, a pesar de que aún se tiene que analizar el
panorama general en cuanto al trabajo y la educación a distancia, así como los ritmos de
la digitalización.
Es importante que consideremos algunos factores a nivel mundial. El primero de ellos es
la inflación elevada, que va a seguir siendo un elemento importante; por otro lado, la crisis
energética se va a mantener, como es el caso de la guerra en Ucrania. Esto ocasiona que
continúe el control por parte de las autoridades monetarias y que vaya a seguir siendo
elevado el costo del financiamiento, lo que afecta en el riesgo de los proyectos.
En este sentido hay dos estrategias probables, la estrategia empresarial y la estrategia
patrimonial personal. En el caso de la estrategia empresarial hay que mantener la
liquidez, cuidar los costos y mantenerlos bajo control, y hay que invertir; hay que
privilegiar las inversiones que nos ayuden a agilizar la toma de decisiones. Se tiene que
pensar en cómo utilizar las nuevas tecnologías para controlar los costos y tomar las
decisiones de manera más ágil. También vale la pena reajustar las estructuras internas
dentro de nuestras empresas.
Es necesario pensar en cómo vamos a invertir el patrimonio personal. Es muy importante
tener un portafolio muy avanzado, a corto, mediano y largo plazo, y tenerlo en algún tipo
de instrumento con baja volatilidad para que eso nos ayude a poder sortear cualquier
dificultad que podamos tener en el 2023.
Las inversiones de riesgo lo van a ser mucho más debido a la volatilidad, pero eso no
significa que debamos dejar de invertir. Tenemos que ser cuidadosos y pensar en tener
nuestra inversión muy diversificada. Invertir en los mercados financieros es una buena
opción porque se puede comprar relativamente barato.
Los mercados financieros se van a recuperar, aunque la volatilidad va a prevalecer, pero
es una muy buena oportunidad para invertir en nuestro portafolio de largo plazo. Sin
embargo, hay que tener cuidado con cualquier tipo de especulación. Hay que evitar
invertir en instrumentos que nos están dando algún tipo de certeza sobre el rendimiento a
menos que los conozcamos muy bien. Hay que ser precavidos y entender en qué
estamos invirtiendo.