La ciberseguridad como ventaja competitiva para ejecutivos
En un mundo cada vez más digitalizado, la ciberseguridad ha dejado de ser una mera obligación para convertirse en una ventaja competitiva. Los ejecutivos deben entender que la protección de datos no solo es una cuestión técnica, sino una estrategia fundamental para el éxito empresarial.
La conciencia del consumidor
Hoy en día, los consumidores son más conscientes de a quién confían sus datos. En sectores como el financiero y el de la salud, la elección de una institución se basa en su capacidad para salvaguardar la información personal. Al igual que en el caso de la sostenibilidad, donde un consumidor prefiere productos responsables con el medio ambiente, en ciberseguridad, la tendencia es similar: se elige a aquellas organizaciones que demuestran un compromiso sólido con la protección de datos.
Inversión en ciberseguridad; la clave está en el activo digital que protegemos
La ciberseguridad se ha convertido en un tema crucial para las organizaciones en la era digital. La forma en que invertimos en seguridad debe depender del activo digital que estamos protegiendo. La importancia de entender el valor de nuestros activos y cómo esto influye en nuestras decisiones de inversión en ciberseguridad.
La diferencia entre activos digitales
Es fundamental reconocer que no todos los activos digitales son iguales. Por ejemplo, la pérdida de la capacidad de una compañía de retail para realizar transacciones en punto de venta tiene consecuencias mucho más amplias que la incapacidad de una panadería para hornear su pan. Mientras que la primera puede enfrentar pérdidas significativas y un daño a su reputación, la segunda podría tener un impacto más limitado en su operación local. Por lo tanto, al pensar en cuánto invertir en ciberseguridad, debemos considerar el valor del activo que estamos protegiendo.
Tamaño de la empresa y el riesgo en ciberseguridad
El tamaño de la empresa también juega un papel crucial en la inversión en ciberseguridad. Las empresas más pequeñas pueden necesitar destinar un monto proporcionalmente diferente en comparación con las grandes corporaciones, especialmente en sectores como los servicios financieros, donde el riesgo es mayor. Cuanto más grande sea la empresa, más atractivo será su objetivo para los cibercriminales, quienes pueden tener diferentes motivaciones y métodos de ataque.
La superficie de ataque en la era digital
La crisis sanitaria del COVID-19 obligó a muchas organizaciones a digitalizarse rápidamente. Este proceso, aunque fue necesario, también amplió la superficie de ataque, creando nuevas oportunidades para los adversarios. En América Latina y México, los cibercriminales están cada vez más incentivados económicamente y tienen acceso a tecnologías más avanzadas, que les permiten llevar a cabo ataques más sofisticados.
La visibilidad de los riesgos
A medida que adoptamos nuevas tecnologías, a menudo perdemos visibilidad sobre los riesgos asociados. La frase “no sabemos lo que no sabemos” se vuelve especialmente relevante en este contexto. Por ello, es crucial que las organizaciones no solo se enfoquen en la innovación, sino que dicha innovación, puede salvaguardar los datos de quienes confían en la organización: clientes y colaboradores.