El cambio climático se refiere a la variación de patrones del clima. Por desgracia, en español, “clima” y “climático” son muy similares, mientras que en inglés es más sencillo: “climate change” y “weather”. La realidad es que estamos viendo estos patrones de cómo cambia el clima: cómo cambia la sequía, cómo cambian los patrones de lluvia, y estos patrones incluyen temperatura, precipitación, humedad y son patrones a largo plazo.
El cambio climático se refiere a cómo está ocurriendo esa variabilidad, que tiene tanto causas naturales, como pueden ser, por ejemplo, erupciones volcánicas y cambios en el sol, lo que significa que no entra tanta radiación. Pero en realidad, cuando hablamos del tema, principalmente estamos discutiendo los temas antropogénicos, es decir, lo que hizo la humanidad para causar ese cambio. En este aspecto, la principal causa es el incremento de los gases y compuestos de efecto invernadero, siendo el más conocido o el más famoso el CO2. De hecho, se utiliza como moneda de cambio y se llama CO2 equivalente, pero también incluye otros gases industriales importantes como el metano, el principal componente del gas natural, y los refrigerantes que tenemos en refrigeradores, aires acondicionados, sistemas de enfriamiento y las actividades humanas que implican una quema considerable de combustible. Estas son las principales actividades que generan estos gases, y la liberación de estos gases a la atmósfera es lo que está causando el cambio climático.
De manera antropogénica, esa sería realmente la definición científica y, diríamos, la definición coloquial. Generalmente, cuando hablamos del cambio climático, hablamos más del tema coloquial que de la ciencia, pero hay que saber diferenciar. El cambio climático a nivel negocio también genera oportunidades importantes.
Los riesgos del cambio climático se dividen en dos grandes categorías: riesgos físicos y riesgos de transición. Podemos pensar en lo que dijimos en el ejemplo original: el cambio de pasar de una sequía a tener una inundación, o las olas de calor. Todas estas inundaciones y eventos que vemos en las noticias son parte del riesgo. ¿Qué impactos tiene? Pues tenemos muertes por deshidratación, problemas con la fuerza laboral que necesita mayores descansos, y problemas con la infraestructura, ya que las carreteras se resquebrajan por el calor o desaparecen por las inundaciones.
Ahora existen los riesgos de transición. El riesgo de transición se puede entender como cualquier riesgo que exista durante la migración hacia una economía de carbono neutro. Podemos tener casos de greenwashing, donde se dice que se va a hacer algo y todo parece bien, pero resulta que no se tenía la ciencia de nuestro lado, no se contó con la consultoría adecuada o no se comunicó correctamente, lo que puede llevar a demandas por problemas de reputación. También están los impuestos al carbono.
En cuanto a los litigios climáticos, aunque en México no somos muy litigiosos, empezamos a ver casos en el Reino Unido y Estados Unidos donde las grandes petroleras han sido demandadas y están en procesos de litigio acerca de su responsabilidad asociada al cambio climático. Todo esto genera un riesgo operacional. Ahora, las oportunidades del cambio climático existen, por lo que cualquier director de negocios debe estar atento a ellas.